My Little Blacksmith Shop

PROS

• El proceso de crear nuevos objetos puede ser muy divertido y gratificante.
• Incorpora mucho encanto en su estética retro en 3D.

CONTRAS

• Prácticamente requiere guías externas para progresar.
• No hay mucho que hacer fuera de tu tienda.

My Little Blacksmith Shop se toma en serio su temática, ofreciendo una simulación en primera persona de la vida de un herrero, pero los resultados son atractivos y frustrantes a partes iguales. Mientras los grandes estudios de videojuegos se inclinan por las aventuras fantásticas con gráficos realistas, muchos en la escena independiente se están dando cuenta de que hay un segmento de aficionados que ansía actividades más normales. Simuladores de citas y juegos de gestión como Stardew Valley han demostrado que hay muchos jugadores que buscan experiencias más sencillas. Pero mientras muchos desarrolladores optan por simulaciones simpáticas que solo ofrecen una recreación muy vaga de las tareas que buscan emular, My Little Blacksmith Shop aspira a un sistema que es realista y obtuso a partes iguales.

Ese enfoque del realismo no se extiende a los gráficos. Se trata de un juego orgullosamente de baja resolución, que hace uso de texturas tridimensionales que parecerían antiguas hace veinte años, pero hay un encanto inteligente en la estética retro de este juego. El juego se desarrolla desde una perspectiva en primera persona, y el desafío más inmediato proviene del motor de física del juego. La mayor parte del juego transcurre frente a tu fragua. Una interminable procesión de clientes se acercará pidiendo objetos específicos, y tendrás que satisfacer sus peticiones calentando, martillando, enfriando y ensamblando piezas. Por supuesto, las piezas cuestan dinero y los clientes no siempre son pacientes, así que tienes que aprender a equilibrar tus modestos ingresos iniciales con la carga de trabajo. Una vez que se coge el ritmo, se experimenta una sensación de zen al producir una pieza tras otra para tu colorida variedad de clientes, pero hay una curva de aprendizaje para alcanzar ese punto.

Y esa curva de aprendizaje es pronunciada. My Little Blacksmith Shop es un juego de complejidad minuciosa, y hay poco o nada en cuanto a tutoriales. Cada objeto que creas tiene su propia fórmula. Estas fórmulas no se desbloquean en el juego, y a menudo tienen variables ocultas que no se explican. Sin recurrir a recursos externos como la wiki dedicada al juego, es poco probable que avances demasiado, y quedarte sin dinero por cometer errores te deja esencialmente en un estado de juego fallido. Una vez que entiendes cómo funciona el juego, hay mucho que amar, pero entender el juego es una cuestión de buscar ayuda externa o seguir un doloroso proceso de ensayo y error.

Aunque la mayor parte del juego transcurre en tu fragua, hay toda una ciudad que explorar fuera de tu tienda. Puedes encargar mineral y metal directamente a tu tienda, pero también tienes la opción de explorar el entorno y extraer materiales directamente. Hay un pueblo entero y una campiña en expansión, pero en su mayor parte están desprovistos de vida. My Little Blacksmith Shop hace un gran trabajo reproduciendo la tediosa vida de un herrero. Tiene su encanto e incluso resulta divertido, pero hay un largo camino por recorrer antes de que puedas dominar el oficio.

Ventajas:

PROS

• El proceso de crear nuevos objetos puede ser muy divertido y gratificante.
• Incorpora mucho encanto en su estética retro en 3D.

CONTRAS

• Prácticamente requiere guías externas para progresar.
• No hay mucho que hacer fuera de tu tienda.